Nos encontramos con una parcela de grandes dimensiones, 1.800m2 situada en esquina y con unos clientes cuyo deseo es diseñar la vivienda donde disfrutarán de su jubilación.

Los requisitos serán desarrollar toda la vivienda en una única planta y crear dos alas de zonas de noche, una para ellos y otra para los hijos o invitados que vendrán ocasionalmente. Él, natural del norte de España pero viviendo ya en Sevilla desde hace bastante tiempo, es un enamorado del patio andaluz con sus alicatados y sus árboles frutales. 

El proyecto nacerá y se desarrollará en torno a este patio andaluz. Con una planta en forma de C las dos alas de noche abrazan este patio que se conecta con la pieza de zona de día, de mayor volumen aportándole una nueva escala al conjunto.

La volumetría, minimalista, de cortes rectos pero con detalles y referencias a lo andaluz, como los alicatados de los espacios entre ventanas, todas ellas verticales emulando al ritmo de las casas de los centros históricos y los naranjos que se incorporarán al patio central.